jueves, 21 de enero de 2010

HISTORIA DE LAS PALABRAS

HISTORIA DE LAS PALABRAS

El lenguaje es, desde tiempo inmemoriales, algo inherente al ser humano.
Por eso evoluciona casi como si fuera un ser vivo.

El lenguaje nace, se desarrolla, evoluciona y en algunas ocasiones, también muere.

Diariamente usamos multitud de palabras que, por habituales, olvidamos que también tienen una historia, en la mayoría de los casos muy curiosa.
Aquí contaremos la historia de algunas.
Infinidad de ellas tiene su origen en el Latín, otras, menos, en el Griego, aunque en ocasiones ocurre que sus significados van cambiando y adecuándose a nuestros días.

Testificar:
En la antigua Roma, cuando un ciudadano tenía que declarar sobre alguna cuestión, en vez de jurar mano en alto como en la actualidad, ellos se agarraban los testículos con la mano derecha. A este acto se le conocía como “testificari”.

Sueldo: Viene de “Solidus” una moneda de oro de la época con la que pagaban a las legiones y que tenía un valor fijo, es decir, sólido. De “Solidus” derivó también “solidatus”, soldado, el militar que cobraba un sueldo.

Salario: Una parte del sueldo que cobraban los legionarios romanos la recibían en sal(era un producto vital y de primera necesidad) A esta parte se la llamaba “salarium”. De aquí proviene también asalariado y salarial.

Veneno: Proviene de la palabra “venenum” pero lo curioso es que esta palabra significaba dos cosas bien diferentes, Tóxico y Remedio. Tal vez es porque pensaban que no existían venenos, sino dosis que podían ser mortales.

Fármaco: Esta proviene del Griego “Farmakon” y le sucede lo mismo que con “venenum” servía lo mismo para designar el tóxico y el remedio. La palabra Farmacia también tiene aquí su origen.

Etcétera: Es una expresión Latina formada por la palabra “Et” que significa y más “cetera” que significa lo demás (Literalmente: “Y lo demás”) Por eso no se debe escribir nunca “… y etcétera” pues la y va implícita en la palabra.

Murciélago: También deriva del Latín. “Mus” que significa ratón(el mouse inglés también proviene de esta palabra) y “ciélago” que significa ciego. Literalmente Ratón ciego.


Chapucero: Un “Chapucero” era un herrero que fabricaba clavos, trébedes, badiles y otras cosas bastas de hierro.





Tanque: Cuando los ingleses desarrollaron los primeros vehículos acorazados durante la I Guerra Mundial el proyecto era altamente secreto. Por eso afirmaban que las grandes piezas de hierro remachadas que transportaban de un lado a otro eran planchas para la contrucción de grandes depósitos o tanques de combustible(Tanks en ingles) Cuando se vieron los artilugios por primera vez en el campo de batalla todo el mundo supuso que aquellos eran los Tanques que estaban construyendo en secreto y con ese nombre se quedaron.

Atlas: “Atlas” era un héroe mitológico a quien Zeus condenó a sostener la boveda celeste en sus espaldas. Pues bien, la imagen de un Atlas fue la que usó un geógrafo inglés para la portada de su libro con una serie de mapas que editó en 1585. Tanto se popularizó que desde entonces un Atlas define a un libro de mapas.

Arteria: Las arterias en los cadáveres acostumbran a estar vacías, por eso el griego Praxágoras , a estos vasos sanguíneos, les dio el nombre de ártheria que significa tubo hueco, por donde según él, circulaba el aire por el cuerpo. Aunque desde tiempos de Galeno(129-199) se sabe que esto no es así, el nombre ha permanecido invariable.

Azafata: Un azafate era como llamaban los árabes a una bandeja donde las mujeres ponían sus joyas, perfumes y demás… Posteriormente azafate sería la doncella que portaba esta bandeja y que ayudaba a las grandes señoras a vestirse y acicalarse.

Bigote: Cuando Felipe I El Hermoso llegó a España para ser coronado, vino acompañado de una camarilla de caballeros alemanes y flamencos que lucían unos imponentes mostachos que continuamente se atusaban a la vez que exclamaban con grandes voces: ¡bi Gott!, algo así como !Pardiez! o ¡Vive Dios!. Con cierto tono de sorna, los españoles, comenzaron a llamar a estos extranjeros y a sus mostachos los Bigotes.


Melancolía: Viene del griego y esta formado de dos palabras mélan que significa negro y khole que significa bilis. Y es que para los griegos, la tristeza y el mal humor, es decir, la melancolía, era una subida de la “bilis negra”

Paparazzi: Proviene de Paparazzo que es el apellido de un personaje de la película de Fellini , La Dolce Vita cuya profesión es la de…. pues sí, fotógrafo de prensa.

Persiana: En el siglo XVIII corrió por Francia una fuerte moda por lo oriental y especialmente por lo Persa. Fue entonces cuando se impuso la utilización de las persienne (propio de persia) para las ventanas, ya que eran como las usadas por los Persas.

Quinto: Los quintos nacieron en un mandato de Felipe V en 1752 con el que pretendía acabar con los privilegios de las clases favorecidas en los reclutamientos . Según esta orden, se debía de agrupar a los mozos reclutables de cada localidad en grupos de cinco.

Trapichear: En los tiempos de la colonización Española en América, existieron unos pequeños talleres de tipo familiar donde se manufacturaba caña de azúcar, cereales, metales… y que se llamaban trapiches. Debido a la poca importancia y venta de estos negocios, se comenzó a usar la palabra trapichear para designar las pequeñas ventas o la venta al menudeo.

Tosco: Los romanos llamaban tuscus a aquellos que vivían en el Vicus Tuscus, que era el peor barrio de la ciudad. Posteriormente, por extensión, se llamaba tuscus a cualquiera que fuera desvergonzdo, basto o grosero.


Antílope: Fueron los viajeros ingleses quienes le dieron este nombre (antelope). Lo sacaron del griego anthalops que significa ojos de flor.

Consomé: Aunque la palabra y el plato nos ha llegado del francés consommé, es de justicia aclarar que el consomé es una receta de origen español. Fueron los soldados napoleónicos quienes, cuando saquearon el monasterio de Alcántara, se llevaron, entre otras cosas, el recetario completo de los monjes. De ahí extrajeron el consumado o consumo (del latín consummatus) que, según los venerables monjes, era un caldo con carne a la que se le ha extraído toda la sustancia.

Esquimal: Proviene del francés esquimau que a su vez está tomado de la palabra en dialecto abnaki esquimanstic, literalmente “comedores de carne cruda”. Hay que decir que a los esquimales no les gusta que se les llame así y según ellos su nombre es inuit que significa simplemnte “los hombres” o “la gente”.

Hecatombe: Del griego hekatombe que significa “sacrificio de cien reses”. Y es que un hekatombe era un sacrificio ritual griego donde se mataban a cien toros o bueyes (aunque al parecer, pocas veces era realmente tan numeroso)

Hostia: Del Latín hostis que significa extranjero o enemigo, especialmente el que hace la guerra (de aquí proviene también hostil y hueste). Posteriormente, en el mundo romano, se llamó hostia a la víctima de un sacrificio. Lo mismo que representa hoy la hostia cristiana.

Jirafa: Del árabe zirafah, literalmente “la amable” o “la mansa”. Pero lo más curioso es el origen del nombre científico de su especie, camelopardalis, y es que durante mucho tiempo se creyó que la jirafa era un híbrido de camello y leopardo.


Del Calendario romano

Nefasto: Para los habitantes de la antigua Roma, los días podían ser de dos maneras, fastus dies (días favorables) y nefastus dies (días no favorables). En los nefastus dies, un romano no debía de cerrar un negocio, administrar justicia, montar en barco, viajar o comer pescado entre otras. Finalmente, nefasto ha quedado como cualquier asunto poco agradable.


La diosa Vesta

Vestíbulo: A la entrada de muchas casas romanas, había un pequeño altar dedicado a la diosa protectora del hogar: Vesta. Por eso, esta zona de la entrada recibía el nombre de vestibulum, es decir, el lugar de Vesta.

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